GARDEL ALUMNO SALESIANO

Deseamos ocuparnos de muchos otros aspectos de la vida del cantor argentino nacido en Francia, que se llamó, se llama y se llamará por siempre … Carlos Gardel .. “El Morocho del Abasto”.

El lugar de su nacimiento, como el tema de su condición de “ex alumno salesiano”, ha sido permanentemente cuestionado por la “troupe” de los hijos putativos del Dream Team, quienes absurdamente utilizan un caballito de batalla, de neto corte confusionista y falaz.

Así, esos reyes del infundio pregonan a voz de cuello que “El 29 de septiembre de 1933 Gardel declaró al “DIARIO” de Montevideo que “paraba letras”, pero se olvidó la gran mentora de sus cuitas, completar esa declaración de Carlos, que según bien se indica en la página 154 de la edición de 1998 del libro escrito por la tantas veces referida escritora uruguaya Susana Cabrera, titulado . : “Los Secretos del Coronel” se olvidan de agregar el resto de la frase, cuando precisamente se dice: o: : “…, OFICIO APRENDIDO EN UN CURSO DE ARTESANOS, EN UN COLEGIO SALESIANO”.

¿Más claro?

- ¡Echarle agua!

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GARDEL: TRES NICKS

“TROIS” seudónimos, antifaces, “esconde bulto” o como usted quiera calificarlos; Enrique, Henry, Francois, representan en tres palabras la ignominia de una misma atribulada alma que recorre los caminos de una fábula con final infeliz y que se regordea en insultar desde las sombras que ella misma creo o dirige. Total, como diría Minguito: “Se igual”

La “troupe” de hoy guarda los mismos resentimientos, emplea iguales métodos e insulta tal cual lo hizo en su momento Bayardo y lo hace hoy (encerrado en un silencio confesional y auto enjuiciante) González Paysée, el hombre que más cobardemente insultó a doña Berta y que fue y sigue siendo imitado por una plaga de ignominioso pseudos historiadores, que en verdad han resultado ser meros “refritadores” y nuevos fabulistas de ocasión.

Si los damos vueltas y los ponemos, cabeza hacía abajo, no se les caerá la más mínima prueba de las falacias que desparraman con total cardurez e irresponsabilidad por Internet, buscando vender “pescado podrido” a las personas no iniciadas en los resquicios del tango y sus intérpretes y en especial en la vida de Carlos Gardel, que según todas las pruebas existentes y el decir de la UNESCO (un organismo imparcial), es el “cantor argentino nacido en Francia”.

La irresponsabilidad de esas personas, no tiene límites. Hacer nombres ¿Para qué? ¡Son muy pocos y conocidos! o “junados”, siguiendo el rito de algunos capitostes, sostenedores de esa torpe y destruida fábula.

Al leer tantas ridiculeces de esos hijos putativos del Dream Team y sus amigos encubiertos u ocasionales, se puede pensar con razón, que la confabulación antigardeliana está mucho más allá de la conjunción de despreciables nicks que utilizan para insultarnos, cuidando de no dar la cara y creyendo que por eso se salvan de la condena que el destino les ha impuesto, como es vagar por Internet sin pena ni gloria, mostrando la sin razón misma de una fábula teñida de oprobio.

Muchas veces decimos que con ella se ofende a Gardel, a Berta y a sus seres más queridos, sin reparar quizás ingenuamente, que con ese decir se está ofendiendo también, el honor de toda otra familia, en este caso una zaga oriental – argentina e itálica.

No han reparado en nada para seguir adelante, si hasta a la misma madre de nuestro querido “Pulpo” han mancillado en pos de su fallida quimera.

Para los hijos putativos del Dream Team, siguiendo el camino de sus inspiradores, todo lo que no les conviene hay que acallarlo, ignorarlo o denigrarlo, pero eso sí, siempre, pero siempre SIN PRUEBAS.

Afortunadamente no lo han conseguido y por el contrario, han logrado activar la acción conjunta de todos los gardelianos, que se han sentido tocado en sus fibras más íntimas al ver mancillada la figura de Carlos Gardel y sus seres más queridos.

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GARDEL: Cantor ARGENTINO nacido en Francia

Desde la propia vecina orilla han surgido voces que dejan muy mal parados a todos los últimos intentos difamatorios y fallidas elucubraciones propuestas por el equipo de desinformadotes, ya bien conocidos como los seguidores del Dream Team o de la “Nicks & Co LTD”.

Tal cual lo anunciara en su momento Mr. Ernest Runner Taylor, el general de las fabulaciones escayolistas, próximas al sainete, no se agotan con los “Tres Chiflados” (Bayardo, Paysée y Avlis) , sino que prosigue, reñida aún más con el rigor histórico, en la pluma de “rancios novelistas que, desprovistos de nuevas “investigaciones”, por milagro de su imaginación, pretenden que “la literatura se transforme en partera de la verdad” y se explayan a los largo y a lo ancho de la franja intergaláctica.

Han entendido que ya no tienen más margen para nuevos “Comics” y entonces refritan y refritan, además de arrancar de su sepultura a las mal habidas participaciones de Israel Álvarez de Armas en foros y presuntas tribunas de doctrina, vacías de contenido.

Así, tal cual lo dijo el filósofo, “ellos pretender venden la leyenda a través de la novela histórica que los exime de pruebas que no existen y se aprovechan de que en ese género, nada es lo que parece ser, y por ello encuentran licencia para mentir con total impunidad”

Siguiendo el relato de Mr. Ernest Runner Taylor podemos decir que “por fortuna el control sanitario de su propia intrascendencia nos alivia que no “salten el charco”. Se consumen entonces, en el olvido de muchos precavidos orientales, hartos del macaneo.”

AsÍ, “Sucesivamente debutaron: María Selva Ortiz con el “Silencio de Tacuarembó”, Susana Cabrera con “los Secretos del Coronel”, Mirna Rugnon con “Che Gardel no sos Argentino; Jorge Ruffinelli, con “la sonrisa de Gardel” y para no hacerla más larga, Joselo G. Olascuaga, con “El Código Gardel” , Vázquez Rial con, su folletín inolvidable.” y Armando Lofiego, hoy copiado por otros personajes no menos ridículos que pretender reflejar una falsa biografía de nuestro Zorzal, el mismo a quien la UNESCO calificó como “cantor argentino, nacido en Francia”

Y hablando de la UNESCO, recordemos que ese es el sitio al que los escayolistas comandados por Bayardo, concurrieron en busca de lana y volvieron esquilados.

Indudablemente Mr. Taylor no es un mero espectador indiferente y con su profundo sentido de la observación, nos dejó el siguiente mensaje:

“Este género lo frecuentan discípulos que recogen el legado innoble de Paysée y multiplican hasta lo morboso los calificativos hacia la madre del gran artista. Con la misma impudicia con que tratan las relaciones familiares entre los Escayola describen con fruición, relaciones personalísimas de la más reservada intimidad, haciendo gala de una sordidez digna de la literatura amarilla” y agrega para finalizar:

“Un olvido impiadoso los sepultará en el anonimato más desolador. Tal su destino.”
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GARDEL ANTE LA INFAMIA

Para muchas de las personas enroladas en la fábula oriental, no asiática por supuesto, que pretende vendernos un Carlos Gardel nacido en el Uruguay, escribir “al bardo”. como comúnmente se dice, no implica ningún sacrificio. Al contrario, parecería aportarles placer. Precisamente el goce de estar “fregando” al prójimo.

Vemos a menudo que surgen nuevos sitios en Internet, que se anuncian con bombos y platillos dentro del mismo limitado ambiente del “cybernismo” y que solamente se ocupan de refritar viejos “cuentos”, sueños imposibles de probar y fáciles de destruir, amén de lo que escriben periodistas “ambivalentes” y personas de mente maliciosa y capacidad intelectual cero.

En el primer concepto, podemos involucrar - dentro del enredo confusionista – un tema muy viejo, pero vuelto a refritar ahora por los desubicados de siempre.

El intachable testamento firmado por Carlos Gardel el 7 de noviembre de 1933, es permanentemente atacado porque quizás sea la pieza más importante que sitúa a Berta Gardes como su indiscutida madre y su nacimiento en Toulouse – Francia, el 11 de diciembre de 1890. Este documento es una plena confesión de nuestro querido Zorzal.

Su testamento ológrafo, perfectamente peritado, fue escrito y firmado por el Morocho del Abasto y es una piedra lapidaria colocada sobre los malos sueños de apoderarse de su identidad y transformar el lugar de su nacimiento.

Nunca sus oponentes han revisado ese documento, pero se permiten opinar sobre él, como si fuera su propio “diario” íntimo.

Así se da el caso que se le han formulado varios reparos, pero todos fueron rechazados con argumentos sólidos, que los invasores debieron acatar en silencio.

Quizás la mejor prueba de ignorancia en ese sentido, proviene de la pluma del periodista “Armando Lofiego”, quien en un viejo artículo ahora reflotado, se refiere entre otras gansadas, al mencionado TESTAMENTO OLÓGRAFO y al hacerlo, con total desparpajo e ignorancia elucubra que “Cuesta mucho creer que el cantor, en el improbable caso de haber sido el autor del documento, ignorara que en Uruguay el testamento ológrafo no es legal; se trata de algo muy elemental para quien decide redactar un documento de ese tipo teniendo propiedades, de gran valor, en el mencionado país”

Después de leer este despropósito, no cabe duda alguna de que a quien cuesta creerle es a Lofiego, que se atreve abordar un tema que desconoce. Surge entonces una duda: El dicente actúa así por ineptitud o con mala leche.

Todo esto viene a cuento, porque queda muy claro que el primero en desmentir categóricamente el dicho de Lofiego fue el juez uruguayo interviniente en el juicio sucesorio sustanciado en el Uruguay, que dio validez al tipo de testamento dejado por Carlos y no lo hizo graciosamente, sino en razón que – como lo dice Juan Carlos Esteban en su libro “GARDEL ... sus antecedentes franceses” – si bien el Código Civil de Uruguay no tiene incorporado como válido el testamento ológrafo, el TRATADO SOBRE DERECHO CIVIL INTERNACIONAL, celebrado en Montevideo en 1889, como excepción a la regla general dispone en su artículo 44 , la validez de tal tipo de testamento en TODOS LOS PAÍSES QUE ADHIERAN AL TRATADO, entre los cuales figura Uruguay, sobre bienes de NO NACIONALES.

Consecuentemente, lo sucedido demuestra que el testamento era y es totalmente válido en el Uruguay, a la vez que REAFIRMA la condición de extranjero respecto de ese país, que tenía y tiene Carlos Gardel, al aceptar que se tratan de “BIENES DE NO NACIONALES”

Como se puede ver, es condenable quien escribe sin saber y aún más quien lo repite como “boca de loro”.

En otro orden, cabe mencionar a Walter Ernesto Celina, periodista oriental que en sus divagaciones convalida el decir de cuanto sujeto opine a favor de un Gardel nacido en Uruguay, pero que en el Sitio que seriamente lo representa, TRIBUNA ATLÁNTICA, cambia de rumbo y se refugia en la capacidad de José Gobello e instala en la biografía de CARLOS GARDEL, lo escrito por el Maestro en su libro "Mujeres y Hombres que hicieron el Tango", la cual comienza así:

"¿Dónde nació Carlos Gardel? ¿En Tacuarembó, como sostienen algunos estudiosos uruguayos? ¿En Toulouse, como aseveran los únicos documentos conocidos al respecto? ¿En la Argentina, tal como afirman los terceros en discordia? No es grato comprobar cómo la nacionalidad de quien se consideró rioplatense, más allá de cualquier fatalidad geográfica, es motivo de enconadas confrontaciones Y MÁS INGRATO ES QUE, PARA SOSTENER DETERMINADAS TEORÍAS, CREAN ALGUNOS NECESARIO AGRAVIAR LA FIGURA DE DOÑA BERTA, SU MADRE. Hasta tanto no se pruebe documentadamente lo contrario será necesario sostener que nació el 11 de diciembre de 1890 en Toulouse, ciudad del sudoeste de Francia levantada a orillas del Garona." .....

Es decir convalida tácitamente, cuanto nosotros decimos permanentemente respecto a la forma en que González Paysée y sus seguidores, que lo son a la vez de Avlis y Bayardo, ofenden sistemáticamente la memoria de Carlos y la de sus seres más queridos.

Respecto del grupo que muestra incapacidad intelectual y hace de la mentira un culto, basta con visitar todos los sitios que procrean permanentemente, para vender “pescado podrido” a una sociedad sedienta de conocer la verdad histórica; la única que se respalda en fehaciente documentación probatoria.

En su desesperación, los pseudos revisionistas omiten considerar el cúmulo de PRUEBAS indubitables, que sostienen la verdad pregonada por lo que ellos despectivamente llaman, “LA HISTORIA OFICIAL” .

Lamentablemente, debido a la caída de todas las fábulas que crearon en el tiempo, ya no tienen margen de maniobra y entonces - esos “honorables” personajes disfrazados de historiadores – solamente se dedican a insultar.

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José Pedro Aresi

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