domingo, 25 de abril de 2010

DOÑA BERTA GARDES, MADRE SOLTERA Y EJEMPLAR


Por Carlos A. Ochoa Blanco


Hace un par de días leía una nota del amigo Héctor Rebasti, titulado “Gardel y el “pendentif” de Doña Berta”.

Este articulo fue publicado en el blog: “CARLOS GARDEL-EL MOROCHO DEL ABASTO” cuya dirección indico a continuación, por si desean informarse mas a fondo.


http://elmorochodelabasto.blogspot.com/2010/04/gardel-y-el-pendentif-de-dona-berta.html

La nota hace referencia a una joya cuyo diseño encargó Gardel en Paris, que luego regaló a su madre. En el artículo se puede apreciar una foto de Doña Berta, luciendo la joya. Después de leer esta nota, sobre ese detalle personal de la vida de Gardel, que yo desconocía, me decidí a buscar más información referente a Doña Berta. Yo conocía algunos detalles sobre la madre de Gardel, comentados por diarios y revistas, que he leído durante mi permanencia en Buenos Aires. Pero este artículo de Héctor, sumado a la añoranza sufrida cuando uno está lejos de su patria, me hizo buscar más detalles en la red. Fue así que encontré la página “Todo Tango” cuya dirección es:


http://www.todotango.com/Spanish/Gardel/Cronicas/berthe_gardes.asp

En esta página hay una nota titulada: “Doña Berta Gardes la madre de Carlos Gardel”. Su autor, el Sr. Orlando del Greco, recientemente desparecido, hace una reseña biográfica de Doña Berta. Los datos mencionados indican la valentía de una mujer, que afrontó su embarazo hasta el fin.

Me llamó la atención la procedencia humilde y los sacrificios que debió sufrir Doña Berta, ya desde su infancia. También me impresionó cómo Doña Berta asumió su embarazo y al igual que han hecho y hacen muchas madres solteras, decidió valientemente, salvar la vida de su hijo, sin hacer caso de los familiares y de la sociedad de su tiempo.

El autor de esta nota, dice: “Berta, toda una joven primorosa que era celosamente vigilada por su progenitora, por cosas del amor y la naturaleza, un día se encontró embarazada y el culpable de su "desliz" era casado y con varios hijos. Entonces, al dar a luz un hijo natural debió sufrir la incomprensión de sus familiares que le reprochaban de continuo y, más que otros, su misma madre.”

Luego, el Sr. Orlando, autor de la nota, comenta la decisión de Doña Berta de viajar a Buenos Aires y lo duro que fue para ella el ser madre soltera, en una tierra extraña y luchando con esos típicos problemas que hemos dado casi todos, cuando éramos pequeños. Por eso el autor de la nota dice que: “Mucho le costó a Berta la crianza de su hijo que le salió bastante "sabandija", porque desde chico nomás se le escapaba, si bien en los colegios donde cursó sus estudios primarios y de artesanías, sus calificaciones fueron siempre sobresalientes.”

También en el artículo se comenta que Doña Berta tuvo la satisfacción de volver a Toulouse varias veces y con orgullo, ya que la carrera de su hijo se lo permitía.

Después de fallecer Gardel y según una carta que Doña Berta le envió a una prima, que tenia en Francia, ella le decía: “Una vez por semana voy al cine y al cementerio para ver a mi hijo. Aquí dan tres películas en una función. Así me consuelo un poco.”

En otra parte de su carta comentaba: “Cuando estoy en casa escucho por la radio las canciones de mi pobre hijo.” Y para finalizar dice: “Si tú pudieras ver su mausoleo... Nunca faltan flores al pie de su busto. Todas las personas que pasan le dejan una flor y el día del aniversario de su muerte, se llena de gente. Y el día que dan una película suya la sala se llena.”«La gente no se cansa de verlo. Los niños lo aplauden cuando lo ven aparecer en la pantalla. Es una cosa increíble. Su retrato está en todos lados.»

Doña Berta ya no está entre nosotros y Gardel tampoco, pero gracias a esa madre, que prefirió la vida de su hijo, antes que la falsa honradez de acabar con un embarazo. El tango, que hoy ya es Patrimonio de la Humanidad , tiene en Carlos Gardel, su máximo exponente

Si Doña Berta hubiese sido una mujer débil, que se hubiese dejado manejar por las habladurías de la chusma populachera, ella jamás hubiese conocido y disfrutado del cariño de Gardel, nosotros no nos hubiésemos deleitado con su voz y el tango seguro que no seria lo que es.

Las feministas de verdad, deberían defender a las mujeres que, como Doña Berta, luchan por sus hijos y no escogen el camino del asesinato, llamado aborto y que hoy nos quieren “vender” como un derecho de la mujer. El verdadero derecho es poder ser madre, aunque sea soltera, sin ser señalada por la chusma. Ser madre, aunque sea en circunstancias difíciles, es una demostración, no solo de cariño, sino también de valentía ante una sociedad hipócrita, que prefiere matar y hacer negocio con la muerte, antes que respaldar a una mujer, para que pueda traer al mundo a un nuevo ser.
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domingo, 11 de abril de 2010

GARDEL Y EL “PENDENTIF” DE DOÑA BERTA

Héctor F. Rebasti (*)
Tomando en mano el comentario publicado en el diario LA NACIÓN, por el periodista Hugo Beccacece, acerca del libro “Los años dorados (1880-1939)”, de Alberto Dodero y Philippe Cross, nos introducimos en la dorada “belle epoc”, cuando para referirse a la opulenta riqueza de un individuo, se decía “Il est riche comme un argentin”, ¡ Es rico como un argentino ¡

El mencionado libro da cuenta entre otros pormenores, como los integrantes de nuestra “Alta Sociedad”, alternaban en París con lo más granado de la nobleza y de la burguesía mundial.

Ya ubicados en el “tiempo”, pasamos a relatar lo dicho, en cuanto a que en esa época, los vendedores de las joyerías de Place Vahándome y de las casas de alta costura, conocían de memoria los nombres de los clientes llegados de una pródiga Buenos Aires.


¡Los argentinos tallábamos para entonces, en la Ciudad Luz!

Fue en ese tiempo en que también llegó a España Carlos Gardel, que luego pasó a Toulouse y por lo expresado en el libro “Los años dorados …”, también anduvo por París, donde actuaban algunas de sus viejas amistades (año 1924) y se movían varios habitúes de las noches porteñas, que él ya conocía de Buenos Aires.

Los principales puntos del comercio de lujosas alhajas y relojes, eran los locales de “Cartier” y “Van Cleef”, joyería donde Carlos se hizo diseñar el “pendentif” de ónix y brillantes, que sirve de “copete” a esta nota y que no era precisamente una prenda de poco valor. (**)




Las personas que supieron de tal “encargue”, pensaron que la joya tendría como destinataria a alguna de las aventuras femeninas de Carlos, pero ¡Oh .. sorpresa!, la receptora de esa valiosa "gema", sería su madre biológica, Marie Berthe Gardes, a quien él adoraba
entrañablemente.

Hoy, como prueba irrefutable de esta verdad, podemos exhibir la imagen del mencionado “pendentif” de brillantes, a la vez que la fotografía de doña Berthe, luciendo el lujoso regalo de su querido hijo.


Han pasado ochenta y seis años de ese suceso, claro revelador de afectos e identidades recíprocas entre madre e hijo.

Sin embargo, aún hoy, existen seres que actúan como pretendidos investigadores, pero hacen caso omiso de todas estas realidades, que constituyen la VERDADERA HISTORIA, a la vez que pretenden seguir vendiéndonos una fábula carente de sentido, que fue urdida en base a siniestras relaciones y capciosas interpretaciones, que se sumaron a la injuria para todo aquél que se les opone.

Héctor F. Rebasti

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(*) Con la colaboración de José Pedro Aresi
(**) Ver suplemento del diario LA NACIÓN, del 17 de noviembre del 2007

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domingo, 4 de abril de 2010

GARDEL: NACIDO EN FRANCIA

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La imagen que sirve de “copete” a esta pequeña nota, es un documento indubitable, que pertenece a nuestro querido amigo Carlos Picchio, que nos regaló el poder exhibirla.

En ella podemos apreciar las palabras con que el periodista “Eka”, encargado del Correo de Lectores de la revista “Sintonia”, le contesta en el año 1933 a la leedora “Chicha", de manera coloquial: “Con usted son como setecientos los que preguntan lo mismo. Lo que sé es que nació en Francia, en este momento no recuerdo bien si en Tolón o en Tolosa (son tan parecidos…), pero lo cierto es que Gardel es mucho más criollo que muchos que andan por ahí. Especialmente los tradicionalistas…”



No conocemos el nombre de familia de quien firma “Eka”, pero que en sus escritos siempre utilizó una simple y franca manera de expresarse; tal es así que cierto día en su columna de la Revista Sintonía escribió: ¡­Amigo Magaldi: abandone esos tangos cursis!, en tiempos en que Agustín tenía en su repertorio, “El penado 14”, “Ave María”, “Levanta la frente” y algún otro por el estilo.
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Así, en su forma un tanto hosca de expresarse, “Elka” reivindica en el año 1933 la nacionalidad francesa de Gardel, lo cual contradice y desmorona el falso y reiterado decir de conocidos escayolistas, que han afirmado que al momento de su muerte, nadie ubicaba a Gardel como nacido en Francia.

Ésta es una perla que conforma el collar que adorna la imagen de lo que esos “traficantes de la verdad” se animan a calificar – muchos años después - como “Historia Oficial”, cuando en realidad se trata de la VERDADERA HISTORIA, ésa misma que los antes nombrados, mancillan en cada oportunidad que difunden uno de sus eternos fraudes prehistóricos.
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NUEVO GRUPO GARDELIANO


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