domingo, 18 de julio de 2010

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IDENTIDAD DE CARLOS GARDEL


Carlos Gardel, nación en la ciudad francesa de Toulouse, siendo su madre una mujer soltera, que pasaría luego a la eternidad, con el simple y apreciado nombre de doña Berta.

El verdadero nombre de Carlos, era Charles Romuald Gardes, como bien lo dice él en su testamento y ha sido probado fehacientemente que Carlos era francés por nacimiento y argentino por adopción.

Existe plena documentación que respalda esta verdad, como así también alguna decisión particular, que es preciso destacar, a saber:

Partida de Nacimiento Nº 2481, Folio 311, del 11 de diciembre de 1890.
Certificado de Reconocimiento, de su madre, Marie Berthe Gardes bajo certificado 280 del 22 de diciembre de 1890, legalizado por la Alcaldía de Toulouse, Francia.


Constancia de la Dirección de Migraciones de que en marzo 11 de 1893, ingresan de Burdeos a la Argentina. Bertha Gardes y su hijo Charles.


Los diplomas, Planillas de Clasificaciones, Certificados de Estudios, Solicitudes de Ingreso, como nacido en Tolosa, Francia, de edades concomitantes con su Partida de Nacimiento.
Cartas de Recomendación de las Autoridades Salesianas sobre su conducta y aplicación. Panillas de Pensionado Salesiano, con el Registro de sus gastos, abonados por su madre, Berta Gardes que documentan su concurrencia al Colegio Pío IX, habiendo sido ratificada esa escolaridad, por Gardel en sendas declaraciones periodísticas y por las propias autoridades del Colegio.


Documento de detención número 1614 del 11 de septiembre de 1904 del Partido de Florencio Varela, donde figura Carlos Gardez con 13 años, de profesión tipógrafo, francés, hijo de Berta, domiciliado en Uruguay 162 Capital Federal. Tiene una cicatriz en el lóbulo de la oreja derecha. Deja su firma e impresiones digitales, coincidentes con pericias forenses posteriores.
Obtiene su Carta de Ciudadanía Argentina el día 7 de Marzo de 1923.


En ese mismo año obtiene su primer pasaporte argentino donde tamién estampa sus huellas, que muchos años después, coinciden con las del año 1904 que dejara registrada Carlos Gardez, por lo cual la evidencia que Carlos Gardez y Carlos Gardel, son una misma persona, resulta evidente. La pertinente pericia fue realizada con los métodos más avanzados, por el comisario Raúl Torre y el Dr. Fenoglio.


Ya muerto nuestro Zorzal, se lleva a cabo el Juicio Sucesorio, sustanciado en Argentina, en agosto de 1935 número 16326, Libro 7108, del Tribunal de Primera Instancia, en lo Civil a cargo del Juez Horacio Dobranich. Se Protocoliza Notarialmente, El Testamento, RATIFICANDO sus datos filiatorios de origen y RECTIFICANDO su apellido de adopción, es decir Carlos Gardel.


Sigue el Juicio Sucesorio en Montevideo, a cargo del Juez de Primera Instancia en lo Civil, Francisco Jurdi Abella, que falla sin oposiciones, el 14 de abril de 1937, a favor de Doña Bertha Gardes como Heredera Universal de su hijo, identificado, indistintamente, como Carlos Gardes o Carlos Gardel en en el expediente núnero 35, Folio 66, 747/42, en base a la Documentación, requerida, por El ESTADO URUGUAYO a FRANCIA, por vía Diplomática, ateniéndose al Testamento Hológrafo ya registrado notarialmente.


Para mejor precisar, digamos que en su testamento, Carlos Gardel declara y firma:
“Soy francés nacido en Toulouse, el día 11 de diciembre de 1890 y SOY HIJO DE BERTHE GARDES, segundo –hago constar expresamente que mi verdadero nombre y apellido son Carlos Romualdo GARDES, pero con motivo de mi profesión de artista, he adoptado y usado siempre el apellido “GARDEL” y con este apellido soy conocido en todas partes”


La Pericia Caligráfica del Testamento, sin anormalidades, fue practicada sobre el original del Testamento Ológrafo del 7 de noviembre de 1933, suscripto por Carlos Gardel.


En el año 2003, la UNESCO declara la Vos de Carlos Gardel, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD ; a la vez que hace público un documento donde lo declara, “CANTANTE ARGENTINO NACIDO EN FRANCIA”.


En el año 2004, el Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, en la persona de la Jueza Fabiana Schafrik, por Resolución número 268/69 deniega un pedido de ADN, solicitado por el Centro de Estudios Gardelianos, basando su negativa, conforme el Punto F y G, en "COSA FUNDADA". "En ambos Juicios Sucesorios -ratifica la Magistrado- se ha resuelto que la única heredera, fue la madre del reconocido cantante Argentino, Señora Berta Gardes" y agrega “...¿ Acaso debe hacerse eco de VERSIONES cuando la cuestión supuestamente atacada ya ha sido resuelta en sede judicial?”.

Por su parte el Estado Francés, a través de sendas cartas oficiales del Presidente de Francia, Jaques CHIRAC del 9 de agosto de 2006 y del actual Mandatario Nicolás SARKOZY, del 20 de febrero de 2008, ratificando, conforme la Documentación obrante en Cancillería, el origen Galo de Carlos Gardel.


Sencillamente, todos los documentos mencionados determinan un indiscutible PUNTO FINAL, respecto del origen francés del gran cantor argentino: Carlos Gardel.
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lunes, 12 de julio de 2010

GARDEL: INTERCAMBIO EPISTOLAR ……

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CONTROVERSIA OSTUNI - ARESI -

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Debido a la actual embestida de los fabuladores “uruguayistas”, he debido leer en los últimos días, una serie de pronunciamientos tan erróneos, como tendenciosos.

Por tal razón y yendo de frente a enfocar el problema, me permití cuestionarle al señor Ricardo Ostuni alguno de sus dichos, razón por la cual decidí enviarle, con fecha 9 de julio del 2010 – 6.34 am, el siguiente mail

”Estimado señor Ostuni:

Asunto: RESPUESTA A "CARLOS GARDEL - CURSO INTENSIVO - Palabras del investigador Ricardo Ostuni" (sic)

He recibido un mail publicitario, en el cual usted con su firma, avala un texto – para mí – controvertido y sin fundamento.

Me ha llamado poderosamente la atención que una persona de su prestigio exprese:

“ ¿Por qué la pregunta, entonces? Porque, en realidad, todo cuanto sabemos con indiscutida certeza es lo referido a su arte, pero nos ha sido vedado llegar a iguales conclusiones acerca de otras circunstancias de su vida y, entre ellas, cuál era su identidad”

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Nadie ha vedado nada a nadie y los elementos que avalan la verdadera identidad de Carlos Gardel (*) , están a disposición de todo aquél que desee examinarlos y estudiarlos sin una pre-opinión, fundada en vagas expresiones que pretenden vender una “Realidad”, jamás probada.
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No acepto la teoría de los indicios, cuando existe documentación que acredita suficientemente la veracidad de los hechos que se estudian.

Rechazo totalmente que usted diga que “Será un apasionante cotejo entre lo que narra la que llamamos su historia oficial y las probanzas y sospechas que la invalidan y permiten elaborar una historia distinta, sin pre-conceptos ni ideologías”.
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En el tema Carlos Gardel, no existe una pretendida HISTORIA OFICIAL, designación que lesiona la pulcritud del trabajo realizado por muchos investigadores y científicos serios y tampoco es “meritable” que usted afirme: “y las probanzas y sospechas que la invalidan”, cuando jamás se han aportado pruebas indubitables en tal sentido, muchas de las cuales han caído bajo la piqueta de la verdad que las desmienten; tal el caso de sus dichos respecto a la existencia del nombre de Charles Gardes en el monumento erigido en el cementerio de Toulouse en memoria de los caídos en la llamada “Primera Guerra Mundial” y sobre el cual usted aporte – tal cual me lo prometiera – la razón de su errónea expresión.

No entiendo tampoco que usted acuse respecto a “indicios que se escamotean”, cuando en sus últimos escritos en los cuadernos de Clarín, usted omite señalar hechos probados, tal el caso que llegado el momento de reseñar las primeras actuaciones de Carlos, junto a Martino y Razzano en ciudades bonaerenses, se omite precisar el uso INDISTINTO Y ALTERNADO, de su apellido de origen y su seudónimo, es decir Carlos Gardes y Carlos Gardel, realidad perfectamente documentada por el mismo Carlos, que en su “libreta negra”, guardó los recortes de los periódicos que informaban su gira artística de 1913. ¿Quién escamotea?
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Para terminar le expreso mi sentir, que debe tomarse como tal y no ser generalizado: La fábula del Gardel oriental y el invento de los “dos Gardeles”, está ya totalmente extinguida por falta de veracidad.

Vale citar al despedirme, aquello de “disentir, no es ofender”.
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Reciba mi atento saludo y confío en que se haga realidad lo que usted cree acerca de que luego de escuchar sus presuntas verdades, no la verdad por supuesto, “cada uno de los asistentes haga su propia evaluación”

José Pedro Aresi
(*) Incluso el testamento ológrafo tantas veces criticado y nunca examinado y el estudio de las huellas digitales de Carlos Gardes (año 1904) y Carlos Gardel (año 1923)
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Como puede apreciarse de la lectura de mi ”mail”, en todo momento pretendí mostrar correctamente al señor Ostuni – sin insultos - mi disenso frente a dichos y procederes erróneos y así lo hice.
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Cabe señalar además, que con ese señor yo tenía pendiente una promesa suya, de volver sobre el remanido tema del error que él cometió (de buena o mala fe), respecto a los nombres inscriptos en el mausoleo que en el cementerio de Toulouse, honran la muerte de ciudadanos franceses durante la Guerra Mundial de 1914 a 1918.
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Como prueba de lo expresado, importa agregar la parte pertinente del mail que el señor Ostuni me enviara el 3 de Marzo del corriente año, donde textualmente dice:

“En cuanto a los restos que descansan en el mausoleo mencionado, espero regresar a Bs.As. para verificar en mis archivos el origen de esta informaciòn. Recuerdo haber recibido una foto o un diseño, realizado por un representante consular uruguayo en Bèlgica -cuyo nombre no recuerdo en este instante- donde figura esa informaciòn. Si la misma fuese errònea no tendrè ningùn problema en reconocerlo, como asi, si del exàmen de ADN pendiente sobre los restos de Gardel, resultara su origen francès.”

Aclarada mi posición, vuelvo al intercambio de “mails” y transcribo la respuesta recibida a mi anterior mail, el día “viernes 09/07/2010 09:15 a.m.”

“Estimado señor Aresi:

“Creo que antes de decidirse a escribir del modo en que lo hace debiera reflexionar un poco. Somos personas mayores y nos debemos, ademàs del respeto entre nosotros, el respeto a nosotros mismos.

“Pareciera que ignora Vd. el significado de las palabras pero no soy yo quien debe darle lecciones de tècnica literaria ni de estilos de escritura.

“Pareciera tambièn que jamàs hubiera colaborado con ningùn medio periodìstico, porque de haberlo hecho sabrìa que los productores o secretarios de redacciòn, acomodan los textos al espacio disponible. Si en lugar de escribir tan ligeramente que yo he omitido el uso indistinto y alternado de los apellidos Gardell, Gardel y Gardes en las primeras presentaciones del me hubiera preguntadoamablemente por ello, le habrìa respondido que eso figuraba en el original que enviè a Clarìn y que, como muchos otros pàrrafos de los distintos trabajos de la colecciòn, no fue incluìdo.

“Le confieso que esta reiterada actitud agresiva de muchos de los integrantes del CEG me tiene ya fastidiado. Pareciera que se han convertido en gendarmes del pensamiento ajeno. Esto es muy lamentable.

“Por ello le ruego que, cuando quiera escribirme sobre el tema que fuere, lo haga del modo cordial en que conversa la gente civilizada y no me obligue a darle este tipo de respuesta que no es el que acostumbro. Como Vd. bien dice disentir no es ofender, pero no se trata del disenso sino de la forma en que se lo expresa.”

Ricardo Ostuni”
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Ante la incomprensible postura adoptada por el señor Ostuni y su infundado intento de menoscabar mis críticas, tratándome incluso – tornando la oración por pasiva - de “persona no civilizada”, entendí que debía replicarle, máxime que más allá de la ofensa a mi persona, el señor Ostuni reconoce expresamente una verdad que no puedo dejar pasar por alto, cual es que el Morocho del Abasto utilizó indistintamente, en sus primeros años de actuación con Martino y Razzano, el nombre de CARLOS GARDES Y CARLOS GARDEL, lo cual ES UNA PRUEBA INDUBITABLE MÁS DE LA VERDAD HISTÓRICA que defiendo y que el señor Ostuni pretende desconoce arbitraria y permanentemente, al montarse sobre el toro de Tacuarembó.



No comprendo y sí fustigo, que Ostuni reconozca por un lado una real situación y por otro lado la no la tenga en cuenta al momento de ejercer un juicio de valor. ¿Cómo se debe calificar tal proceder?

Seguidamente mi réplica, que lleva fecha: “viernes 09/07/2010 10:30 a.m.” y dice así:

“Señor Ostuni:

Respondo su reciente mail y lo hago cuanto antes, para no prolongar este episodio.

Aprecio sus deseos de explicarme como escribir, pero no los acepto. Siempre me expreso de frente, sin agachadas, tratando de hacerme entender, lo cual creo que en este caso he logrado. .

Yo a usted le comenté las cosas sin ofenderlo y usted en cambio, rehúsa contestar y enfrentar la realidad que significa el haber publicado datos erróneas que hoy no se anima
a rectificar.

Yo no soy un escritor de pluma. Escribo coloquialmente y reitero: No lo he ofendido.

En su momento colaboré con varios medios y en su lugar, no hubiera nunca aceptado “me borraran” un aporte de importancia , tal es aclarar que el mismo Carlos, ya en su rol de cantor, revelaba su identidad de ser un Gardes. Se puede permitir omitir lo superfluo, nunca lo fundamental.

No voy a polemizar con usted estimado señor Ostuni, hace tiempo que prometió cosas que no cumplió y las sigue soslayando. Para mí ese es un asunto terminado.

Le aclaro que jamás ignoré el significado y el sentido de las palabras, por eso condeno las que se vierten sin pruebas que la respalden.

Es muy fácil usar el verbo en tiempo condicional, lo difícil es afirmar y probar lo que se dice y en ese caso su manera de hacerlo, dista de acercarse a esa premisa.

No entiendo el que considere agresiva mi carta, excepto que usted considere como ofensa, escuchar la verdad, cuando ella le resulta cruda.

Es usted y las “almas” que lo acompañan o usted acompaña, quienes nos ofenden permanentemente y lo peor es que lo hacen también con seres queridos que ya no pueden defenderse. Han inundado Internet de insultos a las personas de doña Berta, Defino y el mismo Carlos, por quien aparentan tener muy poco o ningún afecto.

Insisto, no entiendo a que llama usted cordial. Si es a darle la razón porque sí, nunca lo logrará de mi parte y no le admito que elípticamente me llame incivilizado o inculto, esa sí es una actitud que me abstengo de calificar y usted de expresar.

Insisto, disentir no es ofender y no aceptarlo, cuestionarlo o negarlo como usted lo hace, prueba no tener argumentos sólidos para discutir “suposiciones erróneas”.

Siga usted señor Ostuni su camino plagado de impresiones, en el tema Gardel. Nosotros continuaremos haciendo valer PRUEBAS que destruyan cuanto se fabule y toda ofensa que se proyecte sobre Gardel y sus seres queridos. Las que caen sobre nosotros no nos hacen mella, pero aquellas sí.

La educación que me enseñaron hace que, como corresponde, me despida haciéndole llegar mi atento saludo, porque de ninguna manera me considero su enemigo.”

José Pedro Aresi

Llegado a este punto, seguramente el lector se preguntará: ¿Cual fue la contestación del señor Ostuni a ese envío? y yo contesto: Me devolvió el mail, sin respuesta alguna, el “Viernes 09/07/2010 10:40 a.m.”

Que cada lector, saque sus propias conclusiones.

José Pedro Aresi
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